Pastel de Mousse Chocolate blanco
White Chocolate Mousse Cake
En esta ocasión vamos a preparar un pastel fácil, rápido y sin horno. Ya verás lo rico que es, y lo fácil de preparar este pastel.
Para la base utilizaremos un molde de 18 cm de diámetro y un mino de 15 de alto, preferiblemente con la base desmontable.
Ingredientes
22 galletas tipo María 125 gr
50 g de mantequilla
Un chorrito de leche (opcional)
Para el relleno
400 ml de nata para montar o crema para batir
Esencia de vainilla tres cucharitas
200 g de chocolate blanco
4 hojas de gelatina o 7 g de grenetina (gelatina en polvo)
Para decorar
Chocolate blanco rallado
Bolas de cereal y chocolate.
Empezaremos la tarta de chocolate blanco por la base de galletas.
Para hacerla, trituramos las galletas María hasta pulverizarlas.
Se puede utilizar las galletitas que más te gusten, puedes triturarlas en la licuadora, con la batidora o machacarlas a mano con un mortero.
Una vez trituradas, le agregamos la mantequilla derretida y se mezclan en un bol.
Si decidiste utilizar el paquete entero de galletas para que la base quede más gruesa, deberás añadir más mantequilla.
Cuando se haya formado una pasta con las galletas trituradas y la mantequilla fundida, colocamos un papel para hornear en el molde.
Utilizamos una cuchara para aplanar y repartir la mezcla de forma uniforme.
Lo llevamos al frigorífico y empezamos a preparar el relleno de chocolate blanco.
Es muy sencillo, cogemos una olla o cacerola o bol, añadimos la nata, el chocolate troceado y el azúcar.
Ponemos la preparación a fuego medio-bajo y dejamos que el chocolate se funda.
Cuando el relleno empiece a hervir, le daremos vueltas con una cuchara de madera para evitar que siga hirviendo, si es necesario, bajamos un poco más el fuego.
Queremos que los ingredientes se integren y el chocolate se funda sin que la nata hierva en exceso.
Por otro lado, hidratamos las láminas de gelatina en agua fría.
Retiramos el relleno del fuego y dejamos que se enfríe un poco.
Cuando esté tibio, lo vertemos sobre la base de galletas y reservamos la tarta sin horno en el frigorífico durante cuatro o cinco horas como mínimo para que cuaje.
Cuando la tarta de chocolate blanco sin horno haya cuajado, ya podemos retirarla del molde.
Si forraste la base con el papel de horno, verás que es mucho más fácil retirar el pastel frío para servirlo en un plato.
Puedes decorarlo a tu gusto, con chocolatinas, oreos, frambuesa, sirope de fresa o, incluso, chocolate blanco rallado.
Lo cierto es que se trata de una tarta muy cremosa y suave, ideal para fiestas de todo tipo.
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